- Tiempo de cocción: 25 minutos
Ingredientes
- Varios chiles verdes como Anaheims, Hatch, poblanos o jalapeños. Deben tener una carne gruesa y cáscaras resistentes (no un pimiento de piel fina como un padrón).
- Aceite de oliva extra virgen
- Vinagre de sidra o de vino tinto
- Sal Kosher
Método
1. Dorar los chiles por todos los lados:
a) Método de la estufa. Si tiene una estufa de gas, y sus chiles son lo suficientemente grandes (Hatch, Anaheims o poblanos), puede carbonizar los chiles directamente en el quemador.
Coloca los chiles en la rejilla metálica sobre la llama de gas para que las llamas lleguen a los chiles. (Deberías poder hacer al menos 2 chiles en cada quemador de esta manera).
Deje que un lado se ampolle y comience a ennegrecerse, y gire al otro lado. Sigue girando los chiles a medida que se ennegrecen hasta que estén carbonizados en la mayor parte de su superficie.
b) Método de la parrilla. Coloque la rejilla del horno de manera que los chiles queden a un par de pulgadas del elemento de la parrilla. Precaliente la parrilla a temperatura alta. Coloca los chiles en una sola capa en una bandeja para asar (no una bandeja para galletas, que se deformará), forrada con papel de aluminio.
Asar por un lado hasta que ese lado esté ennegrecido, luego usar pinzas para dar la vuelta a los pimientos para que el otro lado se carbonice.
c) Método al carbón. Caliente la parrilla a fuego alto y coloque los chiles en las rejillas lo más cerca posible de la llama. Voltea según sea necesario para que los chiles se ampollen y se carbonicen por todos lados.
2. Colóquelos en un recipiente tapado para que se cocinen al vapor:
Cuando los chiles estén bien ampollados y ennegrecidos, colócalos en un bol y tápalos con un plato (también puedes ponerlos en una bolsa de papel marrón y cerrarla).
Los chiles se cocinarán al vapor en el bol (o en la bolsa), haciendo que las pieles carbonizadas sean fáciles de pelar. Deje que los chiles se cocinen al vapor de 5 a 10 minutos, hasta que se enfríen lo suficiente como para poder manipularlos.
3. Eliminar los trozos carbonizados:
Usar los dedos (una toalla húmeda o una toalla de papel ayuda) para pelar suavemente las pieles carbonizadas.
4. Quita los tallos, semillas, venas:
Haz un corte en un lado de cada uno de los chiles. Abre los chiles y retira las semillas, las vainas y los tallos. Retira también las venas interiores, que pueden ser muy picantes.
Antes de manipular un chile, sobre todo si lo abres, es conveniente que te pongas guantes o te untes las manos con aceite de cocina.
Después de manipular los chiles puede lavarse el aceite de las manos y tener cuidado de no tocarse los ojos.
5. Mezclar con la vinagreta y enfriar:
Colocar los chiles en un recipiente de cerámica o de vidrio. Rocíe el aceite de oliva sobre los chiles. Rocíe con vinagre y sal.
Revuelve para que los chiles se toquen con el aceite de oliva, el vinagre y la sal por todos lados. Cúbralo y refrigérelo por lo menos una hora y hasta varios días.
Sírvelo como guarnición de un filete, sobre hamburguesas, picado para utilizarlo en la salsa, en quesadillas o tacos, o simplemente cómelo directamente como tentempié.
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